Los Rodríguez, además de un grupo musical, son una raza en extinción. No hablo de aquella especie masculina de hábitos veraniegos popularizada por nuestro cine de la transición, no... sino de los que llevan ese apellido en el DNI. Yo lo que me pregunto es qué les pasa a todos esos que lo han heredado por vía paterna y que, desde el momento en que saltan a la fama, se lo olvidan. Por ejemplo: el presidente del gobierno es, para todos, Zapatero, no Rodríguez Zapatero... igual porque RZP hubiese sonado a grupo de hip hop. Precisamente, gracias a una canción, Félix Rodríguez de la Fuente ha pasado a la historia como el amigo Félix. Los fans de Silvio sólo lo llaman por su nombre... y qué decir de Dositeo, el predecesor de Conde Roa... alguien recuerda su apellido...?
La verdad es que este fenómeno se da con especial intensidad en los Rodríguez pero no es exclusivamente suyo. Porque si hablamos de Alberto Núñez, Alfredo Suárez y Xaquín Fernández, sólo habrá adivinado que nos referimos al líder de la oposición, al conselleiro de Medio Rural y el portavoz de economía del PSdeG será el popular Roberto Castro, tan aficionado a utilizar esta fórmula.
El único que sigue fiel al apellido paterno es nuestro compañero Ricardo Rodríguez. Erre que erre. Y mira que es difícil de pronunciar...
Seguro que lo hace por eso.
Portada del 29 de octubre.
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